Halloween está muy bien, -vaya nuestra felicitación desde aquí al formidable trabajo de los alumnos y profesores que han decorado el vestíbulo del Instituto con los típicos elementos y adornos de esa simpática festividad-, pero al fin y al cabo no es sino una manifestación más del imperialismo cultural norteamericano, con sus cosas buenas y sus cosas malas, y hasta malísimas, además de un filón económico para colocar disfraces, máscaras y calabazas de plástico. Muy bien.
Como donde manda patrón, o sea U.S.A. no manda marinero, es decir, España, también celebraremos Halloween, que además tiene algo de positivo: buscar con humor, a veces negrísimo, la cara divertida de la muerte, que también la tiene. Ahí están las películas de terror de Hollywood para demostrarlo. Por otra parte, que los niños vayan de puerta en puerta pidiendo chucherías - y algunos más despabilados, dinero contante y sonante-, al grito de "Truco o trato", es menos triste que visitar los cementerios donde están enterrados sus mayores, también desde luego menos entrañable y emotivo. En fin, la vida es así, también la muerte, y poco podemos hacer para cambiarlas, sobre todo la última, claro está.
Pero lo cortés no quita lo valiente, y aquí queremos tan solo recordar que la celebración tradicional española, además de la específicamente religiosa de recuerdo a los familares fallecidos, hasta ahora era, al menos en las ciudades, la representación del "Don Juan Tenorio" de Zorrilla. En realidad, todavía se sigue haciendo en los teatros, aunque ya ha perdido el eco popular que tenía hace tan solo unas décadas, cuando cualquier español, incluso sin estudios, sabía de memoria un buen puñado de versos del Tenorio.
Aquí tenéis algunos de esos versos:
Si quieres información sobre esta famosa obra teatral romántica, consulta este enlace:
Una alumna de 3º ESO, que prefiere que ocultemos su nombre, interesada por este asunto y muy bien documentada, nos ha enviado un e-mail en el que nos dice que Halloween tiene su origen en Irlanda y no en EE.UU., y que fueron los emigrantes irlandeses en ese país los que trasladaron allí esa tradición.
ResponderEliminarNos recuerda también que Halloween tiene orígenes cristianos, emparentados con las celebraciones a los difuntos extendidas por otros lugares de Europa, incluido España.
Nada podemos sino dar la razón a nuestra amable lectora en estos puntos. Otra cosa es sospechar que Halloween difícilmente se habría extendido por el mundo sin el eco que le dieron en EE.UU. a través de su industria cultural y sobre todo del cine de Hollywood.
Quede bien claro, en todo caso, que nada tenemos contra Halloween, ni contra sus defectos ni contra sus excesos. Pues eso.