El día 21 de diciembre abrimos una entrada para celebrar literariamente la llegada del INVIERNO. Unos días después proponiamos a nuestros seguidores -que algunos hay, para qué vamos a negarlo- que nos enviasen otros poemas sobre esta estación del año. Poco a poco, y para nuestra sorpresa, fueron llegando más poemas, casi todos, como es natural, de poetas muy conocidos -en su mayoría españoles e hispanoamericanos- con la inclusión también de poemas traducidos de otras lenguas.
Los poemas aparecen en esta ANTOLOGÍA en el mismo orden en que nos llegaron al Blog: Sus autores son Antonio Gamoneda, Khalil Gibran, Ángel González, Gioconda Belli, Manuel Machado, Antonio Colinas, Juan Ramón Jiménez, Jorge Teiliier, George Trakl, Basilio Sánchez, Salvador Rueda, José Emilio Pacheco, Antonio Machado, Luis López Anglada, José Hierro, José Luis Hidalgo, Andrés Trapiello, Ángel González, Susana March, Nicolás Guillén, Esther Zalarruki, Pere Gimferrer, Vicente Huidobro, Antonio Machado, Paz Díez Taboada, Kostantin Kavafis, Julio Llamazares, Amado Nervo, Miguel Hernández, José Emilio Pacheco, Robert Frost, Serguei Esenin, William Shakespeare, Pere Gimferrer, Tristan Tzara, Jorge Eduardo Eielson, Rubén Darío, Benjamín Prado y Sergio García Terrés.
Los poemas aparecen acompañados por fotografías alusivas, tomadas todas ellas del fondo inagotable de imágenes de GOOGLE. Los hemos presentado en formato ISSUU, que permite la lectura como si se pasaran las páginas de un libro o de una revista. Como fondo musical se oye -perdonadnos la falta de originalidad, pero no se puede encontrar nada mejor- el cuarto movimiento, "Invierno", de "Las cuatro estaciones" de Antonio Vivaldi, en la magnífica versión del violinista Nigel Kennedy con la English Chamber Orchestra.
No hemos querido acompañar ni a los autores ni a sus versos con ninguna nota biográfica o explicativa, porque así es como nos llegaron, y además no queremos entrometernos en unos poemas que, en su desnudez, dicen por sí solos lo que tienen que decir a quienes tengan sensibilidad para escucharlos.
Como siempre, estamos abiertos a los comentarios de nuestros lectores. No solo los recibimos con los brazos abiertos -siempre que se atengan, como es lógico, a los criterios de moderación y respeto a las personas y a las ideas- sino que nos gustaría que fuesen muchos más y que vinieran acompañados por el nombre de sus autores, aunque entendemos que la mayoría se refugien en el anonimato.
Como siempre, estamos abiertos a los comentarios de nuestros lectores. No solo los recibimos con los brazos abiertos -siempre que se atengan, como es lógico, a los criterios de moderación y respeto a las personas y a las ideas- sino que nos gustaría que fuesen muchos más y que vinieran acompañados por el nombre de sus autores, aunque entendemos que la mayoría se refugien en el anonimato.
Esta ANTOLOGÍA es una prueba de la importancia de esos comentarios, porque no hubiera sido posible sin la colaboración de muchos seguidores de este Blog. Podemos decir de ellos que son anónimos, pero nunca desinteresados, porque al enviarnos estos versos mostraron un interés que nuestro agradecimiento nunca podrá reconocer como se merece. De todas formas, GRACIAS.
Han hecho ustedes una pequeña joya. Los poemas son preciosos y están maravillosamente presentados.
ResponderEliminarAlgunos hemos dedicado tiempo a buscar poemas, pero ha valido la pena.
ResponderEliminarVersos muy bien elegidos.
ResponderEliminarSe podría añadir este poema. Es de Robert Frost, un poeta americano, y está traducido del inglés. He leído que los niños americanos lo aprenden de memoria en la escuela.
ResponderEliminarAlto en el bosque en una noche de invierno
Me imagino de quién son estos bosques.
Pero en el pueblo su casa se encuentra;
no me verá parada en este sitio,
ante sus bosques cubiertos de nieve.
Mi pequeño caballo encuentra insólito
parar aquí, sin ninguna alquería
entre el halado lago y estos bosques,
en la noche más lóbrega del año.
Las campanillas del arnés sacude
como si presintiera que ocurre algo…
Sólo se oye otro son: el sigiloso
paso del viento entre los copos blandos.
¡Qué bellos son los bosques, y sombríos!
Pero tengo promesas que cumplir,
y andar mucho camino sin dormir,
y andar mucho camino sin dormir.
Este poema lo he sacdo de un blog de un poeta de Leganés, Fernando Cenamor:
ResponderEliminarhttp://franciscocenamor.blogspot.com/
Es un blog muy bueno centrado sobre todo en la poesía.
Piso la primera nieve,
llevo en el corazón lirios de nuevas fuerzas.
La tarde encendió en mi camino
la vela azul de una estrella.
¿Eso es luz o acaso tinieblas?
¿Es el viento quien canta o un gallo?
Tal vez eso no sea nieve,
sino cisnes posados en el prado.
¡Eres bella, lisura blanca!
El frío me calienta la sangre.
Quisiera apretar contra el cuerpo
los pechos desnudos de las hayas.
¡Embrollo silvestre, arboleda!
¡Goce de mieses nevadas!
Siento ganas de atraer hacia mí
las caderas leñosas de una mata.
Serguei Esenin en El último poeta del campo (Visor Libros, Madrid, 1974, trad. de José Fernández Sánchez).
Yo había dado por cerrada la antología de poemas, pero por lo que veo sigue viva y verseando, así que no tendré más remedio, si llegan más poemas, que irla actualizando. La verdad es que supone más trabajo, pero...
ResponderEliminarHe visitado el blog de Francisco Cenamor que recomendaba "bloguero" y me parece estupendo, sobre todo por la cuidada selección de poemas que presenta. Voy a abrir un enlace en este blog.
ResponderEliminarGracias, "bloguero", ¿?, por tu recomendación. Haznos más, serán bien recibidas.
Esto es de Shakespeare
ResponderEliminarSopla, viento invernal,
pues daño nunca harás
como la ingratitud.
Tu diente es menos cruel,
porque nadie te ve,
por rudo que seas tú.
¡Eh, oh! ¡Eh, oh, el verde del bosque!
Amor es ceguera; amigos, traiciones.
¡Eh, oh, el bosque!
Es vida y es goce.
Hiela, aire glacial,
pues no podrás cortar
como lo hace el olvido.
Puedes el agua herir,
mas no eres tan hostil
como el pérfido amigo.
¡Eh, oh! ¡Eh, oh, el verde del bosque!
Amor es ceguera; amigos, traiciones.
¡Eh, oh, el bosque!
Es vida y es goce.
Estupenda idea, les felicito
ResponderEliminarEste poema creo que es una traducción del catalán, es de Pere Gimferrer.
ResponderEliminarCon la niebla en los tilos llega el olor de manzanas,
todo lo que guardó la nieve en su membrillo:
solemne, el hálito de los copos en la luz crepuscular,
alegoría temerosa del amanecer de la muerte.
Será muy clara: un cielo deslumbrante, espacios
del descuartizamiento de las estrellas y los escollos,
todo ese lavado de la luz que, ahora, presiente
el momento de la servidumbre y del férreo nublado.
Será muy clara: espumas y escarchas, polvareda
de tiza en un mediodía de corazas encendidas,
la cuadriga de púrpura del pabellón resplandeciente.
Será muy clara: el oro de viejas roderas
en las veredas trilladas, moneda de la luz,
moneda del recuerdo que tantas manos pulen,
plegaria del cobre y el joyel oxidado.
Así nos afila, en los bordes de la tarde,
la ciega orfebrería del invierno, la borrasca
que atormenta los ojos extraviados en el cielo.
Ayer apenas fue jornada de agua,
hoy de granizo, mañana de fuego.
Revoloteando, la nieve nos promete hogueras
y de la brasa enjuta ha de nacer el destello del hielo.
Guarecidos, veremos el bosque del temor
y el canto de los pájaros muertos dirá muestro destino.
Poema de Tristan Tzara
ResponderEliminarElegía para la llegada del invierno
Amada, (escucha) se quejan los chopos porque te estás yendo
y yo pienso: que no tengas frío
Abrígate bien, llévate libros para leer
(Encontrarás una noche una azucena marchita)
Sé cómo será; (comedia) me llevaré un pañuelo limpio
para llorarme todo el dolor -y para toser por resfriado
Después la extenderé al viento cuando estés lejos -pensamiento honrado
y pensaré en el tiempo de otrora buscando en la calle otra muchacha
Piénsatelo; allá tal vez nadie te esperará
y llorarás, tendrás remordimientos, la vida es triste es triste
Recordarás siempre el ondear del pañuelo
que desatará un viento cruel sobre tu jardín
vaciando los senderos, desarraigando el pensamiento casero
Escucha mis consejos cuerdos
Quédate junto a la mesa callada y sigue cosiendo
No has acabado aún el vestido de seda
Escucha mis consejos cuerdos.
Amada, llega el invierno y tú estás yéndote
y el caballo viejo y podrido en el jardín
ya no tiene crines ni orejas; yo espero la luna llena
para cabalgar sobre él y correr detrás de ti, luz (Entiendes...)
Versión de Darie Novácenau
Este es un poeta muy conocido en mi país
ResponderEliminarOda Al Invierno de Jorge Eduardo Eielson
El invierno es todo frutas y linternas
Olvidadas y esqueletos santos de palomas
En el bosque. El invierno besa, enamorado,
Los labios gloriosos de la vid con sus labios
De granizo, y se duerme sobre ella.
El invierno puede venir un día, blandamente,
Por el valle y, cual un fósforo en la mano,
Llevarse una vida a su ciudad como un ladrón.
El invierno enjoya al hombre tristemente,
El invierno lava tumbas de monarcas
Y mendigos, y corona el áureo y viejo otoño
Con un rayo de ceniza en la cabeza. Respetad
Al invierno, la antigüedad de sus plantas,
Su cetro de rocío en la espesura; respetad
Los rostros eternos de los árboles y el viento
En su dominio, cuando cesa todo en torno
Y él se inclina, carcomido y sonoro, como un piano
En un estanque o como un muerto en una tumba.
No se si esta este poema, yo no lo he visto y Rubén Darío es un poeta importante.
ResponderEliminarEn invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
envuelta con su abrigo de marta cibelina
y no lejos del fuego que brilla en el salón .
El fino angora blanco junto a ella se reclina,
rozando con su pico la falda de Alençón,
no lejos de las jarras de porcelana china
que medio oculta un biombo de seda del Japón.
Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño;
entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris;
voy a besar su rostro rosado y halagüeño
como una rosa roja que fuera flor de lis;
abre los ojos; mírame con su mirar risueño
y en tanto cae la nieve del cielo de París.
Desde Los Angeles, tambien yo agradezco este blog. Mantiene mi espiritu alerta y creativo y me conecta con una actualidad literaria fresca y agil. Gracias! Thank you!
ResponderEliminarTC
¿Qué os parecen estos? A mí me gustan mucho, son de Benjamín Prado. El poema se llama FRÍO COMO EN EL INFIERNO
ResponderEliminarEstamos en invierno y esto es Roma
y tú no estás.
Yo voy de un lado a otro
de tu nombre,
lo mismo
que un oso en una jaula;
marco un número;
pongo la radio, escucho una canción
de Patti Smith dar vueltas dentro de Patti Smith
igual que un gato en una lavadora.
Estamos en invierno y yo busco cuchillos;
miro la calle;
pienso en Pasolini;
coges una naranja con mi mano.
Y esto es Roma.
La nieve
convierte la ciudad en una parte del cielo,
ilumina la noche,
deja sobre las casas su ángel multiplicado.
Y tu no estás.
Yo cierro una ventana,
miro el televisor,
leo a Ungaretti,
pienso
la distancia es azul,
yo soy lo único que hay entre tú y este frío
Estamos en invierno y esta ciudad no es Roma
ni ninguna otra parte.
Miro atrás
has cerrado los ojos
y sueñas con un bosque;
de repente
alargas una mano,
Buscas una manzana
que está en el otro lado de la mujer dormida...
Mientras,
yo odio este mundo fría como el infierno
y el cansancio que caza lentamente mis ojos;
odio al lobo que has puesto en la palabra noche
y la forma en que llenas la habitación vacia.
Odio lo que veré
desde hoy y para siempre: tus pisadas
en la nieve de Roma, donde nunca has estado.
Usted, invierno
ResponderEliminarImitación de Charles d'Orleans
Usted, Invierno, poca cosa es:
un viejo gris, mal encarado.
¡Cuánto mejor transita por el prado
la Primavera,
que vendrá después
trayendo con amor, a su gentil costado,
abril y mayo,
mes tras mes!
Esa fuente de luz nos adereza
campos, bosques y flores,
y les añade sin cesar colores,
dócil al fiat de la Naturaleza.
Usted, en cambio, nieva, llueve,
sopla vientos helados y granizo.
Invierno, seré breve:
Pues el tiempo deshizo
con sus vientos, sus lluvias y su nieve,
el diablo que lo quiso se lo lleve.
Sergio García Terrés, poeta mejicano
Es difícil encontrar antologías temáticas. Yo voy a utilizar esta con mius alumnos porque tiene muchos poemas y están bien seleccionados.
ResponderEliminarGracias.
Magnífica antología con magníficos poemas.
ResponderEliminarHe leído varios poemas en clase con mis alumnos de 3º ESO. Les felicito por su trabajo.
ResponderEliminarHe dedicado mucho tiempo a buscar poemas sobre el invierno en Internet y sé lo costoso que es encontrar tantos poemas. Gracias por la ayuda que me habéis prestado y que tan útil me está resultando con mis alumnos.
ResponderEliminarPara los buenos lectores de poesía que hay en este país, posiblemente miles, Internet es una mina, porque a veces permite encontrar poemas inencontrables en las ediciones impresas, bien porque han sido descatalogadas o porque tuvieron en el momento de su publicación una difusión mínima. Con todo, resulta muy difícil, a veces imposible, encontrar buenas antologías, sobre todo si son temáticas. Por eso me ha parecido un hallazgo estupendo y valiosísimo vuestra antología de poemas del invierno en la biblioteca de ISSUU que muchas veces frecuento. De ahí a vuestro blog todo ha venido rodado. Os felicito por vuestro trabajo. ¿Estáis trabajando ya en una antología de poemas de la primavera?
ResponderEliminarBUEN TRABAJO, SEÑORES, HA SIDO UN PLACER LEER SU ANTOLOGÍA. BUENOS POEMAS ESTUPENDAMENTE PRESENTADOS.
ResponderEliminar¿Cómo se hacen estos libros. Les envío mi correo para que me lo expliquen, si son tan amables. Me gustaría mucho hacer algo parecido.
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