Hoy se cumplen 25 años de la muerte de JORGE LUIS BORGES (1899-1986), el escritor argentino más universal de todos los tiempos y quizá el escritor en lengua castellana del siglo pasado -cabe decir de ahora mismo- más unánimemente alabado y respetado en el mundo. La obra narrativa, ensayística y poética de JORGE LUIS BORGES es original, personal e intransferible. Puede ser imitada, parodiada, incluso ridiculizada -BORGES como todos los grandes concita amores y odios extremos- pero es única e inconfundible y leerla es un placer intelectual y estético incomparable .
Para unirnos a esta celebración nada mejor que traer a este blog una obra de BORGES. Quizá podíamos haber escogido uno de sus cuentos más famosos, quizá uno de sus originalísimos ensayos, prodigios de erudición, de agudeza y de inteligencia, o uno de sus poemas más legendarios y representativos, pero hemos preferido traer un poema menos conocido, quizá menor en el conjunto de su obra: el titulado precisamente "España". BORGES no siempre se mostró condescendiente con nuestro país, ni con nuestra literatura, menos aún con algunos escritores españoles de su tiempo, con los que fue con frecuencia injusto o parcial, pero quizá nadie en lengua castellana ha escrito, en unos pocos versos inolvidables, un elogio tan profundo y tan penetrante sobre España.
Uno que es mucho más sentimental de lo que le gustaría reconocer, aunque nada inclinado al españolismo barato, siempre tan caduco y siempre tan de moda, confiesa que leyendo este poema siempre acaba por emocionarse. En él está la Historia con mayúsculas y la minúscula historia íntima, y familiar, pero sobre todo amor y admiración -dos caras de la misma moneda- a una España que nada tiene que ver con la de charanga y pandereta de tanto discurso patriotero, "pompa y ceniza de los aniversarios", de politiquillos de tres al cuarto. Uno, que tampoco cree en los himnos, y menos en los nacionales, piensa que este poema haría una magnífica letra para un himno de España, pero entonces se imagina al viejo BORGES riéndose con sus ojos ciegos y cansados, pensando quizá en el destino incierto y muchas veces absurdo de los deseos humanos, y afortunadamente abandona esa estúpida idea.
Uno que es mucho más sentimental de lo que le gustaría reconocer, aunque nada inclinado al españolismo barato, siempre tan caduco y siempre tan de moda, confiesa que leyendo este poema siempre acaba por emocionarse. En él está la Historia con mayúsculas y la minúscula historia íntima, y familiar, pero sobre todo amor y admiración -dos caras de la misma moneda- a una España que nada tiene que ver con la de charanga y pandereta de tanto discurso patriotero, "pompa y ceniza de los aniversarios", de politiquillos de tres al cuarto. Uno, que tampoco cree en los himnos, y menos en los nacionales, piensa que este poema haría una magnífica letra para un himno de España, pero entonces se imagina al viejo BORGES riéndose con sus ojos ciegos y cansados, pensando quizá en el destino incierto y muchas veces absurdo de los deseos humanos, y afortunadamente abandona esa estúpida idea.
ESPAÑA
Más allá de los símbolos,
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés, y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la Noche Oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
incesante y fatal.
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés, y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la Noche Oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
incesante y fatal.
Para un acercamiento a la obra ingente de BORGES -ingente no por su tamaño en páginas sino por su valor literario- podéis consultar esta página: http://www.literatura.org/Borges/Borges.html.
Para leer algunos de los más conocidas obras de BORGES, entrad aquí: CUENTOS
precioso poema
ResponderEliminarNo conocía a este poeta, pero me ha gustado. He leído un cuento de los del enlace, pero me ha resultado difícil.
ResponderEliminarEste poema de Borges, del que solo conocía algún cuento, me ha emocionado. Todos los versos están llenos de significado, pero los dos últimos son maravillosos. Los he copiado y he hecho con ellos un cuadro.
ResponderEliminarEste tío es bueno de verdad.
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