Hay quien ha llegado a decir que se da demasiada importancia a los errores o incorrecciones de la lengua, que esa obsesión por la "caza del error", supuestamente propia de los profesores, resta tiempo y energías a lo que debía ser la mayor preocupación en la enseñanza: fomentar el aspecto comunicativo del lenguaje y estimular la creatividad hablada y escrita de los estudiantes, tan frecuentemente marginada en las aulas.
No carecen de valor y de fundamento estas objeciones, que no siempre son malintencionadas, si bien es cierto que no tiene porque haber necesariamente conflicto entre la corrección de los errores y la mejora de la comunicación y de la creatividad. Un coche con un bello diseño y unas buenas prestaciones, producto de una depurada mecánica y de una excelente aerodinámica -permitidnos que utilicemos esta métáfora automovilística- solo alcanzará un funcionamiento óptimo si está libre de averías. Por otra parte incluso el coche más perfecto y sofisticado en manos de un conductor inexperto o desatento no será más que un peligro mortal. Volviendo al asunto que nos ocupa, siempre nos comunicaremos de manera más eficaz y socialmente responsable -la lengua es una institución social, no solo un sistema de signos-, y con mayor elegancia y estilo, si sabemos cómo evitar los errores e incorrecciones del lenguaje, tanto hablado como escrito.
Comenzamos hoy una sección que nos gustaría que tuviera continuidad en el futuro. No se trata de impartir una "clase de gramática" y menos una "conferencia", sino de responder de manera breve y sencilla a los problemas que plantea el uso de la lengua. Vamos a tratar de dar respuesta en esta sección a los errores e incorrecciones más comunes en el uso de nuestra bella lengua española, aquellos que con más frecuencia cometemos y que con más insistencia afean la expresión y limitan nuestra capacidad de comunicación. Algunos están tan extendidos que, cuando se señalan, causan sorpresa, porque se piensa que no son tales errores, tan acostumbrados estamos a oírlos o leerlos todos los días. Pero un error no por no parecerlo deja de ser un error. La avería más difícil de reparar es aquella que ni siquiera se detecta. No hay reparación posible si no hay diagnóstico previo.
Eso es lo que sucede con expresiones como "delante mío" o "detrás suyo", que utilizamos todos los días sin siquiera intuir que puedan ser incorrectas. La cara de incredulidad que ponen algunos alumnos cuando se señalan estas incorrecciones es tal, que muestra claramente lo arraigadas que están. Por eso las hemos elegido para inaugurar esta nueva sección.
Con los nombres podemos utilizar indistintamente estas tres construcciones:
"el mensaje de mi amigo" = "su mensaje" = "el mensaje suyo"
"al lado de mi amigo" = "a su lado" = al lado suyo"
Pero con adverbios de lugar como "debajo", "encima", "delante", "detrás", etc. no podemos hacer lo mismo. A continuación se muestran ejemplos de usos correctos e incorrectos:
"cerca de mi amigo" puede sustituirse por "cerca de él", pero no por "cerca suyo"*
No debemos decir "delante mío"*, sino "delante de mí".
Es incorrecto decir "detrás tuyo"* en lugar de "detrás de ti".
Un caso particular es el de "alrededor", porque, aunque es un adverbio, es una palabra compuesta formada por la contracción "al" y el sustantivo "rededor", por lo que a este respecto funciona como si se tratase de un sustantivo. Así podemos decir:
"alrededor de mi amigo" = "alrededor de él" = "alrededor suyo"
Un caso particular es el de "alrededor", porque, aunque es un adverbio, es una palabra compuesta formada por la contracción "al" y el sustantivo "rededor", por lo que a este respecto funciona como si se tratase de un sustantivo. Así podemos decir:
"alrededor de mi amigo" = "alrededor de él" = "alrededor suyo"
(El asterisco* se emplea para señalar las construcciones incorrectas.)
En sucesivas semanas trataremos otros errores comunes en el uso de la lengua. En cualquier caso, si tenéis preguntas o dudas sobre cualquier asunto relacionado con ella, podéis plantearlas en clase a los profesores porque ellos las atenderán gustosamente. Podéis también enviarlas a: lengua.laserna@gmail.com
En Internet hay muchas páginas fiables y solventes -algunas recogidas como enlaces en este mismo Blog- a las que podemos acudir para resolver dudas o hacer consultas. Ya os iremos hablando de ellas.
En sucesivas semanas trataremos otros errores comunes en el uso de la lengua. En cualquier caso, si tenéis preguntas o dudas sobre cualquier asunto relacionado con ella, podéis plantearlas en clase a los profesores porque ellos las atenderán gustosamente. Podéis también enviarlas a: lengua.laserna@gmail.com
En Internet hay muchas páginas fiables y solventes -algunas recogidas como enlaces en este mismo Blog- a las que podemos acudir para resolver dudas o hacer consultas. Ya os iremos hablando de ellas.
Pues yo siempre digo delante mío o detras tuyo y no pasa nada. Qué más da.
ResponderEliminarVaya tontería, como si esto le importase a alguien.
ResponderEliminarCuando fuimos al instituto con mi hijo nos gustó la presentación de su página en Internet. Hoy hemos entrado en casa y la hemos visto con bastante detenimiento, junto con la de matemáticas y otras.
ResponderEliminarUstedes han hecho un gran trabajo y creo que es justo reconocerlo. Un saludo para todos.
Vamos a ver, yo no conozco a ninguna persona joven, a minguna, que hable o escriba sin cometer errores, tampoco conozco a nadie que eso le importe, salvo quizá a la hora de los exámenes y a la mayoría ni eso.
ResponderEliminarPues yo a algun profe del insti le he oido decir no hagas eso delante mio.
ResponderEliminaryo digo esas cosas y otras peores, ¿qué pasa?
ResponderEliminarCon todos los problemas que tiene el mundo y España, ¿nos vamos a preoucpar de estas chorradas?
ResponderEliminarLo principal al hablar es entenderse, ¿no?
ResponderEliminarYo creo que es al revés: lo principal para entenderse es hablar.
ResponderEliminarUna DUDA: ¿Se debe decir en "la puerta de ella" o en "la puerta suya"?
ResponderEliminarSe pueden utilizar ambas expresiones, porque "puerta" es un sustantivo, y como tal puede ir con un complemento del nombre o con un posesivo, porque en los dos casos significan posesión o pertenencia. También puede decirse, en este caso, con un posesivo antepuesto: "en su puerta".
ResponderEliminarPara mí el problema clave es quién decide lo que es correcto o incorrecto. ¿Por qué esa decisión no la puede tomar uno libremente sin imposiciones ni prohibiciones?
ResponderEliminarDetrás mío hay no hay pasado y delante mío no hay futuro. Eso sí que es terrible.
ResponderEliminarPesimista sin esperanza: entiendo tu comentario como una intencionada e inteligente provocación, asi que no voy a considerar tus "errores" gramaticales, sino el fondo de tu argumentación. Pasado seguro que tienes, como todos tenemos, aunque no siempre nos resulte fácil asumirlo y comprenderlo, menos aún justificarlo. En cuanto al futuro -sea terrible o no, que eso no siempre está en nuestras manos evitarlo- lo menos justificable es la resignación o el "pesimismo sin esperanza". Un joven siempre tiene que saber, aunque a veces lo descubre demasiado tarde, que no hay obstáculo o problema, por alto o profundo que sea, que no esconda una puerta para salir, o un puente para cruzar o una rama a la que agarrarse. Siempre hay que esforzarse en encontrar esa puerta, ese puente o esa rama, esté "detrás o delante de uno".
ResponderEliminar¿Eres Asensio o Benedicto XIII?
ResponderEliminarAhí me has dado. La verdad es que sin pretender remedar un libro de filosofía barata ni de autoayuda, mi comentario se pasó de lirismo y de optimismo vital. Pero ya sabéis que “un optimista es un pesimista mal informado”, aunque en realidad la cita de Mingote dice exactamente todo lo contrario. En cualquier caso, dejemos que Benedicto se ocupe de sus asuntos y yo prometo limitarme a cuestiones más prosaicas como, por ejemplo, los errores del lenguaje.
ResponderEliminarexcelente la página... me ayudo bastante!!! gracias.
ResponderEliminarExcelente formación. Siempre busco este tipo de páginas que nos ayudan a superarnos.
ResponderEliminarVivo en El Salvador y me dedico a la edición de libros. Felicitaciones.
Parece más que obvio el motivo por el que hay tanta gente incapaz de redactar una carta y todavía se pregunta ¿Por qué preocuparse por estas cosas?
ResponderEliminarSaludos